En la gran mayoría de los casos, la menopausia se produce de forma natural, como consecuencia del agotamiento fisiológico de los folículos de los ovarios. En algunos casos, la menopausia puede tener un origen quirúrgico, por la extirpación de los ovarios y, eventualmente, del útero; o químico, por la eliminación completa de la función ovárica como consecuencia de aplicación de quimioterapia o radioterapia sobre la zona pélvica.
Otros síntomas menos frecuente son la sensación de adormecimiento de brazos, manos, piernas y pies; el insomnio; el sudor por las noches; los dolores articulares; fatigas; el aumento de peso; y los cambios de humor.