El sistema de huesos y articulaciones, conocido como sistema osteoarticular, no sólo nos permite movernos sino que también es el encargado de dar la forma definitiva a nuestro organismo. Básicamente, se encuentra constituido por huesos, articulaciones, músculos, ligamentos y tendones.
Los huesos se encuentran constituidos por un elemento químico indispensable: el calcio. Se calcula que el 70% de los huesos está formado por calcio combinado con fósforo. De hecho, la densidad ósea se refiere de forma específica a la cantidad de calcio que se encuentra presente en el hueso. A partir de los 35 años es cuando la densidad ósea de nuestros huesos comienza a descender.
Hay muchas situaciones que pueden influir negativamente en nuestros huesos: hábitos alimentarios inadecuados, falta de ejercicio físico, determinados tratamientos farmacológicos, no tomar suficiente cantidad de sol...
A pesar de que la
osteoporosis sea, probablemente, la enfermedad más popular dentro de las enfermedades óseas, no es la única. Existen otras muchas como la
artrosis, la
artritis, la escoliosis, el raquitismo, las fracturas o la enfermedad de Paget, por mencionar algunas.