Lo primero que hay que decir es que no hay una dieta ideal para todas las personas. Es preciso individualizar, puesto que hay que tener en cuenta la existencia de enfermedades, el peso, la estatura… Sin embargo, podemos establecer unas directrices generales que son útiles para la gran mayoría de las personas:
En primer lugar hay que señalar que se deben realizar 4-5 comidas a lo largo del día, y que en todas ellas la cantidad de alimentos debe ser moderada. Se recomienda comenzar el día con un desayuno abundante, seguir con un almuerzo a base de hortalizas y verduras, una merienda muy liviana y, finalmente, despedir el día con una cena basada en frutas variadas y abundantes.
El desayuno, que deberá aportar la energía que necesitará para las actividades de la mañana, podrá componerse de cereales, yogurt, miel, frutas frescas y unos pocos frutos secos.
El almuerzo se hará a base de hortalizas en ensaladas, utilizando exclusivamente en el aliño el aceite de oliva. La sal se usará siempre con restricciones, por este motivo retiraremos el salero de la mesa. Si evitamos la ingesta excesiva de sal contribuiremos a prevenir la insuficiencia renal y la hipertensión arterial, enfermedades frecuentes en las personas mayores.
La merienda debe consistir en un zumo de frutas, un yogur, una infusión y una o dos galletas integrales.
Finalmente, la cena deberá estar compuesta de varias clases de frutas, que se tomarán de forma abundante. Antes de acostarse, se podrá tomar un vaso de leche caliente con miel.
En cualquier caso, la alimentación debe proporcionarnos los nutrientes necesarios para obtener la energía indispensable y poder así desarrollar las actividades diarias.
Como consecuencia de la ingestión de alimentos cargados de conservantes, emulsificantes, colorantes artificiales y otros aditivos, en ocasiones el ser humano sufre determinadas dolencias relacionadas con la nutrición, como por ejemplo la diabetes, el cáncer, la hipercolesterolemia, así como toda clase de trastornos cardiovasculares y del aparato digestivo.
Una alimentación sana y equilibrada debe incluir: