Uno de los temas que más preocupa a las mamás y los papás es el color y la frecuencia de las cacas o el pis. Intentaremos resolver algunas dudas.
La primera caca del bebé se denomina meconio. Es negra o muy oscura y tiene una consistencia densa y pastosa; dura, aproximadamente, de 24 a 48 horas. Luego, llega la deposición de transición. Si bien tiene la misma consistencia, su color varía y se vuelve verdosa, aunque aún puede ser oscura. Finalmente, las heces se normalizan hacia la primera semana de vida y toman un color amarillento dorado (a veces verde) si es alimentado con leche materna y amarillo marrón si es alimentado con leche artificial; pueden ser de textura cremosa o semilíquidas, grumosas y con coágulos blancos. Si el bebé se alimenta de leche materna, casi no tendrá olor y, posiblemente, las deposiciones sean más frecuentes.
Es importante destacar que si al cuarto o quinto día el bebé continúa con meconio o deposiciones de transición, hay que consultar con un especialista, porque puede que la lactancia no esté bien implementada.
Notarás que, una vez que come, el bebé hace caca a los pocos minutos. Es normal y se denomina reflejo gastrocólico. Sin embargo, esto no siempre se cumple. El número de deposiciones del recién nacido varía desde una en cada toma hasta una cada dos o tres días.
Después de la primera micción, el bebé puede estar hasta 24 horas sin hacer pis. Pero, una vez cumplido este lapso, lo normal es que haga pis frecuentemente y moje muy seguido los pañales. La orina debe ser muy clara e inodora; si no es así, debes consultar al pediatra.
Durante los primeros días de vida es habitual encontrar los pañales con pequeñas manchas rosas o rojas. No se trata de sangre sino de una eliminación de uratos. Si estas manchas perduran durante dos o tres días puede indicar falta de líquido, y es posible que el bebé necesite tomar leche con mayor frecuencia.
Ya sea por la alimentación, el llanto o el chupete, los bebés suelen tragar más aire del recomendado, que se convierte en pequeños gases. Estos gases causan molestias al bebé, lo que dificulta en ocasiones su descanso y tranquilidad.
Por este motivo, te brindamos una serie de consejos que te ayudarán a prevenirlos.
No debes:
A veces en los pañales de las niñas se puede encontrar una pequeña mancha de sangre o flujo blanquecino. Esto es normal y se debe al traspaso de hormonas de la madre a la niña a través de la placenta.
Por la misma causa puede que el recién nacido, sea niño o niña, tenga las mamas abultadas. Es importante que no se las toques ni las aprietes. En algunos casos, incluso, hasta pueden segregar unas gotas de leche. Esta reacción suele durar muy poco. Se debe consultar al pediatra si las mamas adquieren un gran tamaño, se ponen calientes, rojas o tienen secreciones.
Los bebés estornudan con una gran frecuencia. Esto no sólo es normal sino que es una forma natural de limpiar sus fosas nasales y eliminar sustancias no deseadas. El hipo también es muy habitual y no requiere (de) ningún tratamiento.