La detección precoz de determinadas enfermedades se hace sistemáticamente en todos los casos. En esas revisiones, los pediatras buscan:
Entre los 6 y los 11 años, las revisiones de salud tienen el objetivo de hacer un seguimiento del desarrollo físico, psicológico y social del niño. A esas edades, los niños y las niñas van ganando independencia y autonomía, y ya pueden tomar decisiones sobre su salud interesándose en los posibles tratamientos a seguir.
En los controles periódicos a estas edades se sigue vigilando el desarrollo físico. Un aspecto al que se presta mucha atención es a la prevención de problemas de sobrepeso y obesidad, por lo que se suele preguntar al niño y su familia sobre hábitos de vida: ejercicio físico, dieta, horas frente a la TV, uso de videojuegos y ordenador.
En estas edades se deben vigilar periódicamente la visión y la audición. También conviene vigilar las posibles desviaciones de la columna.
Se recomienda especialmente que en estas edades se vigile y evite el exceso de tareas extraescolares, que pueden llevar a una fatiga de los niños y niñas. Además, se debe potenciar la autonomía de los niños y niñas, enseñándoles normas de prevención de accidentes.