+
Reportajes
El aire acondicionado y las patologías respiratorias ¿Amigos o enemigos?
El verano y las patologías respiratorias
El ejercicio físico también se puede realizar en casa
Un plan sencillo de alimentación contra la obesidad infantil
Información fiable y de calidad para hacer frente al virus del Ébola
Comer en familia: hijos más saludables y con mejores notas
Esos molestos enemigos llamados piojos
Todo lo que deberías saber sobre la Hepatitis C
Una relación saludable con las TIC
Mitos sobre lo difícil que es dejar el tabaco
Usuarios responsables, medicamentos eficaces
Volver a la rutina
Empiezan las preguntas sobre….SEXO!!!!
Que lo raro no sea también desconocido
Lo que hay que saber sobre la psoriasis
Loca agenda de Navidad
El poder de los consumidores
El deseo de ser madre
Un paso hacia el buen humor
Comer sano en el trabajo
Sabor Mediterráneo
Un verano sano y seguro en familia
Combatir el calor está en tus manos
¿Pueden los móviles provocar cáncer?
Desayuna como un rey
Cómo reaccionar frente a las alergias
¿Entendemos las etiquetas?
Un arcoiris en tu plato
La salud de los viajeros
+
Noticias
 
 
   Actualidad
 / 
Reportajes
 
+  

Esos molestos enemigos llamados piojos

  ¿Quieres compartir esta información?

Esos molestos enemigos llamados piojos

Cuando de enemigos se trata, los padres y las madres tienen unos bien identificados: los piojos. Es que apenas se pegan a las cabezas de los niños se convierten en una fuente insoportable de molestia e irritación. Aunque lo más grandes no están exentos de padecerlos, los más pequeños son sus víctimas predilectas.

Los piojos son unos insectos minúsculos que viven en el pelo de las personas. Para crecer y multiplicarse, se alimentan de la sangre que chupan al picar la cabeza. Esto es precisamente lo que los hace tan molestos: al moverse y picar en la cabeza, la persona afectada siente molestias y se rasca, lo que genera irritación e incluso puede producir heridas.
Aunque la cosa suele empezar por uno, lo cierto es que los piojos se multiplican muy rápidamente, esparciendo sus huevos (llamados liendres) por distintas zonas de la cabeza. Cuando es adulto, cada piojo hembra pone de 6 a 8 liendres al día, y pasados entre 8 y 10 días unos piojos pequeños salen de los huevos y comienzan a picar para alimentarse y crecer. Después de dos semanas, ese piojo ya se ha convertido en adulto y comienza a multiplicarse, y si no se le combate puede llegar a vivir hasta cuarenta días.
Además de ese poder de reproducción, los piojos son un riesgo cierto por su facilidad para "saltar" de una persona a otra. El contagio se produce fundamentalmente por contacto directo, cuando las cabezas se rozan o se tocan. Aunque con menos frecuencia, también pueden contagiarse por compartir el uso de peines, cintas, gorros u otros accesorios del pelo o de la cabeza.
 

A la caza de los piojos


Una vez descubiertos, es importante iniciar un tratamiento riguroso para eliminar a los piojos. Lo primero que hay que hacer es empapar el cabello con una loción contra piojos a base de piretrinas, y dejarla actuar entre 2 y 4 horas. Es importante no tapar la cabeza con una toalla ni nada que absorba el producto; tampoco secar el pelo con un secador porque eso anula los efectos de la loción. Pasadas esas horas en las que la loción hace su trabajo, el segundo paso es lavar el cabello con champú normal o contra piojos, y enjuagarlo con agua y vinagre (dos partes de agua y una de vinagre) para despegar las liendres. Por último, el tercer paso es quitar las liendres se presentan dos opciones: hacerlo con la mano, que es el método más eficaz, o peinando el pelo entre 5 y 10 minutos con una lendrera.
Para que el tratamiento sea exitoso, debe repetirse tres veces, una vez cada diez días. Al mismo tiempo, deben tomarse algunas medidas complementarias para asegurarse que no han quedado piojos "escondidos" en aquellos lugares u objetos que han estado en contacto con la cabeza afectada. Entre esas medidas se encuentran lavar con agua caliente la ropa, las toallas y la ropa de cama, así como sumergir durante 10 minutos los peines y adornos de pelo en loción contra piojos.
No existe todavía ninguna loción o champú que, como si fuera una vacuna, prevenga la aparición de los piojos; por ello, hay que evitar el uso de este tipo de lociones especiales en tanto no se hayan encontrado piojos, y sólo aplicarlas en caso de necesidad durante el tratamiento.
 

La higiene es el antídoto más efectivo


Existe un conjunto de medidas higiénicas que pueden ser muy útiles en la prevención. La primera de ellas es mantener la higiene personal, duchándose diariamente y lavándose la cabeza con jabón o champú normal al menos dos veces a la semana. También es importante mantener la higiene de peines y accesorios del cabello, cuidando su limpieza y evitando compartir su uso con otras personas. Como los niños tienen un riesgo mayor de contagio, se recomienda revisar sus cabezas una o dos veces por semana para comprobar que no existen piojos.
Aunque los adultos suelen pensar que lo más eficaz es la prevención grupal que se hace en aquellos lugares donde hay muchos niños juntos y, por ello, más posibilidades de contagiarse, como en las escuelas, lo cierto es que la mejor manera de defenderse de los piojos es con el control individual. Que la prevención empiece por casa.

Redacción: Hernán Díaz. Periodista Sanitario. Director de Comunicación de FUNDADEPS. Docente del Magíster en Comunicación Social y Salud (Universidad Complutense de Madrid).
 
 
 
 
 
 
 
>  Qué es Salud en Familia   >  Quienes somos    >  Consejo asesor
Diseño web por Factoría de Innovación    © 2011 Fundadeps. Todos los derechos reservados       >  Política de privacidad   >  Política Editorial   >  Publicidad