Para conseguir unos hábitos de vida saludables y una alimentación equilibrada, no solo hay que reunirse para comer. Los padres somos los primeros que tenemos que adquirir esos hábitos saludables y transmitírselos a los hijos. Una alimentación saludable es siempre variada y no tiene alimentos prohibidos, sino un consumo equilibrado. No se trata de comer poco sino de comer bien, porque así padres e hijos podrán disfrutar del mismo menú y llevar una alimentación adecuada. Si los padres llevan una alimentación sana y equilibrada, y ponen en práctica hábitos saludables, transmitirán a sus hijos esta forma de vida.
A continuación les proponemos
5 pautas de oro para conseguir un hogar más saludable:
- Tener alimentos nutritivos a mano. Por ejemplo, elegir las frutas y los frutos secos que más les gusten a los hijos, en lugar de bollería industrial. En el mercado hay también productos divertidos y muy nutritivos, por ejemplo algunos tipos de lácteos.
- Permitir golosinas con moderación para evitar tentaciones. No es necesario prohibirlas totalmente, los niños pueden permitírselas de forma eventual.
- Limitar el uso de la tele, los ordenadores y los videojuegos a dos horas al día. Además de que puede causar adicción y disminuir el rendimiento académico, provoca sedentarismo, una de las causas más comunes de la obesidad infantil.
- Practicar actividad física durante una hora o más al día. Es muy positivo que nuestros hijos elijan un deporte y lo practiquen, así como organizar actividades en familia como pueden ser paseos en bici, salir al parque a jugar o incluso bailar en casa.
- Toda la familia debe estar involucrada en estas pautas. De nada sirve que los padres impongamos estas pautas, si nuestros hijos no las comprenden o si solo las viven como obligación. Debemos hacerles entender el lado positivo de estas pautas de oro para conseguir un hogar saludable.
Una buena forma de involucrar a toda la familia en una alimentación saludable, es dejar que los hijos colaboren en la preparación de las comidas. Como demostró una investigación del Centro Nacional de Información sobre Biotecnología de Estados Unidos, los niños que se involucran en la preparación de la comida consumen más verduras y proteínas que aquellos que no lo hacen y aumenta su sentimiento positivo hacia los alimentos sanos. Si los más pequeños de la casa participan en la elaboración de las comidas se familiarizan con los distintos alimentos y van aprendiendo a discernir entre una alimentación sana y equilibrada de otra que no lo es.
Redacción: Entulínea.
Fuentes: (1) Estudio universidad de Illinois.
http://news.illinois.edu/news/11/0620mealtime_BarbaraFiese.html. (2) Investigación del Centro Nacional de Información sobre biotecnología de Estados Unidos:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24709485 (3) Weight Watchers Internacional.
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